Desde su irrupción en el circuito femenil de tenis, en 2006, la danesa Caroline Wozniacki dejó claro que no sería una más de las “súper modelos” que circulan por las canchas profesionales, pues desde la cuna, lleva consigo la disciplina que la han llevado a escalar de manera meteórica el escalafón universal.
La belleza rubia de esta danesa se contrapone con los estereotipos clásicos, pues no sólo es una gran atleta, sino que también muestra su cultura al dominar a la perfección tres idiomas y hablar de manera básica otros tres.
Si bien tiene su lado superficial al ser una confesa fanática de la moda, la jovencita de 20 años, es desde ya la nueva heredera de los flashes y los reflectores a cada lado que va, aunque por educación, jamás pierde contacto con el piso.
Caroline quien es entrenada por su padre, un ex futbolista polaco casado con una ex voleibolista del mismo país, que la ha llevado por la vía de una disciplina que conlleva la práctica de boxeo para así relajarla un poco del stress que se vive dentro de las canchas.
Hoy por hoy, la bella Caroline ha puesto en el olvido a la antigua reina del tenis, María Sharapova, quien ha sido constante víctima de las lesiones y también a la serbia Ana Ivanovic, que en los últimos dos años ha sufrido un sinfín de altibajos.
Hoy es el turno de que Wozniacki se corone como la reina del tenis, sin embargo, aún le falta ganar algún torneo importante, pues por ahora, la posibilidad de terminar el año en la cima del escalafón, es más latente que nunca.
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