Tras su caída en la ronda semifinal del Abierto de los Estados Unidos, último grand slam de la temporada tenística, la condición de Roger Federer como el mejor tenista del orbe comienza a tambalearse.
Si bien desde hace meses perdió a manos del español Rafael Nadal el trono de la clasificación mundial, sus condiciones dentro de las canchas lo hace sin dudas el mejor dotado, tenísticamente hablando, de todo el tour del deporte blanco profesional.
A pesar de todas sus marcas dentro de las canchas, el helvético de apenas 29 años de edad, podría encontrarse ante el descenso natural dentro de sus facultades físicas que enfrenta cualquier deportista de alto rendimiento, sin embargo, la “Perfección Suiza” no se irá sin dar pelea.
Acostumbrado a ganar en cada superficie, cada vez es más notorio que requiere más de un buen golpeo de pelota que de la fuerza de sus piernas, mientras que sus rivales de cada semana todavía no llegan al tope de sus condiciones.
Quizá la excepción de esta regla sea Rafael Nadal, actual número uno del mundo y que escaló prematuramente a la élite del tenis mundial y a su corta edad (24 años) ya ha llegado al tope de sus facultades tenísticas y a rebasado por mucho el límite de sus aptitudes físicas, por lo que su descenso del trono mundial será más rápido que el del suizo.
Ahora, con apenas unos torneos por finalizar la temporada, Federer requiere de tomarse un descanso y prepararse a tope para el 2011, alargando lo más posible su etapa al máximo nivel, sobre todo si se toma en cuenta que es muy probable que el calendario se recorte considerablemente para 2012, lo cual podría alargar su vida deportiva.
Lo que es un hecho es que el suizo ya se encuentra en el Olimpo del deporte blanco y está por mucho por encima de otros grandes nombres, pues sus facultades son las más sorprendentes que se hayan visto en algún momento de la historia.
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